La lealtad hacia un amigo llega hasta la frontera de la legalidad. Si este te pide que la traspases con el, ya no te considerará su amigo, sino su cómplice, y en adelante, estarás encadenado a él. Vendrá luego la culpa y un soldado no debe hacerse prisionero de su conciencia.
Para mi amigo Romeo Vásquez Velásquez.
13/6/09.
J. Ronald Venegas Matute.