Villa de San Francisco, Franciso Morazán, Honduras

lunes, 30 de mayo de 2011

"MEL" VERSUS LA UEFA

Ex Presidente Constitucional de Honduras


Previamente al partido de fútbol entre El Barcelona y el Manchester United, reunidos varios amigos para ver por televisión tal evento, platicabamos sobre varios temas, tanto de deporte como de política; y como es lógico, entre las bromas que en estas reuniones se estilan, no podía pasar desapercibida del tema político la llegada de “Mel” al país, y en esa plática se decía, entre muchas otras cosas simpáticas, que, muchos olanchanos allegados a Manuel Zelaya cuentan que a este le gusta que lo llamen “El Centauro de Olancho”, emulando  a “Pancho Villa” a quien apodaban “El Centauro del Norte” por ser hombre valiente; guerrero de a caballo, en las batallas que por la Revolución mexicana libró: Como todos sabemos, los centauros eran seres míticos mitad caballo y mitad hombre. Es entonces lógico pensar que los aficionados a montar a caballo se identifiquen a ese noble animal. Sin embargo, y para que nadie se ofenda, cabe decir, que en la algarabía se aclaró, que al héroe “Pancho Villa se le llamó “Centauro del Norte” porque así se le llama a una Constelación de estrellas del hemisferio Austral y al revolucionario se le consideraba tan brillante en sus estrategias de batalla como la constelación.
De la misma manera, con esas cualidades y otras más, sus allegados consideran a “Mel”. Como en la plática surgió la figura del Ex Presidente, alguien le preguntó a un liberal de hueso colorado y melista de otros tiempos, que en la tertulia se encontraba, diciéndole: “¿Oíme fulano, vas a ir a recibir a Mel Zelaya y dejar de ver el partido? El aludido, frunció el ceño extrañado por la inusual pregunta, se inclinó un poco hacia atrás en su silla y contestándole a quien lo inquirió dijo: con ironía: “Mirá, el partido que estamos esperando no se ha jugado y no sabemos quién va a ganar; si los azul grana o los leones rojos y este desenlace no me lo puedo perder. En cambio, el juego de “Mel” ya se efectuó y todos sabemos quién perdió y quien ganó; así que, para que voy a ir a perder mi tiempo a darle la bienvenida al que perdió el partido.”
Lo que anteriormente cuento medio en serio y medio en broma es verdad y lo acontecido en esa tertulia, tomándolo seriamente, nos lleva a reflexionar sobre hacia dónde nos puede llevar una conducta equivocada, una actitud de soberbia y prepotencia con acciones de abuso por encima de la Ley, y que llevaron a un pueblo al miedo, a la desconfianza y a la ira como reacción inmediata, para luego llegar comprender y reflexionar en el sentido de que, no podemos seguir equivocándose al ir a las urnas, que debemos pensar y valorar, sin apasionamientos partidistas, a quien vamos a elegir, pues no podemos llevar a la silla presidencial a otro “Centauro” Pues estos por su condición homo zoomorfa no se pueden acomodar en ese mueble para humanos, como tampoco soportar de que el elegido y sus compañeros de aventuras crean que son una constelación de estrellas que están sobre todos los demás. Y pensamos que, tal y como lo demostró con su respuesta nuestro amigo, el desprecio, aunque tardío, es un castigo bien merecido para quien ha pretendido abusar de su pueblo. Y es así que, el que otrora llamara la atención del mundo haciéndose pasar por una víctima de “un golpe militar” y que con mentirosas y bien actuadas lágrimas despertara lástima mundial logrando encarnar a su propia patria y que muchos simpatizaban con él.
Ahora, que la verdad ha aflorado, que la trama ha quedado al descubierto, solamente quedan heridas que el tiempo y el olvido sanarán y que las  vociferantes, violentas y vandálicas barras bravas se han silenciado, sus fanáticos de otros tiempos ya no lo acompañan ni tampoco lo apoyan en su juego. A tal extremo que el pueblo prefirió mil veces congregarse a ver la gran final de la “UEFA CHAMPION LEAGUE” entre el Club Barcelona y el Manchester United que recibir a un hombre que tanto daño le hizo a nuestra patria. Y a propósito, GANÓ EL BARCELONA.


PLUMAS AL VIENTO

“En la antigua China un emperador muy poderoso tenía entre sus consejeros a uno de los hombres más sabios e incorruptibles del Imperio y el monarca lo favorecía con gran aprecio, respeto y estima. Sin embargo este sabio siempre conservaba su humildad ante todas las personas, ya fuesen nobles o vasallos, ricos o pobres. Siendo así que esta actitud generó la envidia de otro de los consejeros del emperador, pues veía con celos la preferencia que el Emperador le dispensaba, por lo que urdió un malévolo plan para difamarlo ante el monarca y el pueblo difundiendo por todo el reino rumores y falsedades de acciones delictivas, traición y deslealtad hacia el Emperador. Estos falsos rumores acrecentados y magnificados, llegaron a oídos del Monarca quien envenenado en su ánimo por el envidioso conspirador, sin escuchar del sabio argumento alguno en su defensa ordenó, se le mandara al exilio al y que se le despojara de todos sus bienes y privilegios.
Habiendo logrado sus propósitos el Consejero envidioso, pasó a ocupar el lugar del sabio, y obtener favores, beneficios y poder; situación que lo llevó a envanecerse a tal grado que llamó la atención del monarca, el que, por los muchos años transcurridos desde que expulsó al sabio, ya había adquirido sabiduría y prudencia en su actuar. Por estas circunstancias, ordenó se investigara sobre las antiguas acusaciones que este último hizo contra el sabio desterrado y comprobó que todo había sido una falsedad y que había actuado apresurada e injustamente contra el hombre que siempre le fue leal y le brindó sabios consejos. En tal virtud, mandó buscar al sabio desterrado y lo hizo venir al palacio y hacerle saber que se había cometido una gran injusticia contra él por las falsedades divulgadas
en su contra y por lo cual mandaría a decapitar al difamador, dejando a voluntad del sabio si lo perdonaba y trayendo el Emperador a presencia suya y del sabio al difamador, le dijo que dejaba a su criterio la ejecución o su perdón, por lo que el mentiroso y falsario consejero, imploró de rodillas ante el sabio pidiéndole clemencia por sus viles acciones diciendo que dedicaría el resto de su vida a restablecer su honorabilidad, sabiduría y decencia ante el pueblo y la Corte. Sin inmutarse el viejo hombre sabio le dijo que le perdonaba la vida, con una sola condición. Inmediatamente el difamador respondió que haría cualquier cosa para subsanar su falta. Siendo esta su respuesta; el sabio le dijo al malévolo consejero que su condición consistía en que se llevara Diez almohadones de plumón de blancas garzas que contendrían diez mil plumas cada uno, que subiera a la cima de la montaña de los vientos, las esparciera y que luego las recogiera todas y se las trajera, y contadas que fueran, si estaban las cien mil, le perdonaría la vida. Ante tal condición el difamador replicó que era imposible que pudiera recoger las plumas lanzadas al viento pues este las esparciría por todos lados. Ante esta réplica el sabio le contesto: Si me dices que es imposible para ti recoger las plumas lanzadas al viento, ¿Cómo entonces me prometes que dedicaras tu vida a restablecer mi honor desdiciendo todas las falsedades que lanzaste en mi contra en todo el Imperio? Sabes perfectamente que esto también es imposible. Siendo entonces que no pudiendo cumplir la condición que el sabio impuso, el malvado e intrigante consejero fue ejecutado.”
La moraleja: cuando al alguien se le difama, se le calumnia y se la mancha su honor, no importa que pruebe ante los tribunales y ante la justicia su inocencia y su honorabilidad pues siempre habrá plumas que el difamador o el difamado no podrán recoger. Es por eso lamentable que algunos “periodistas” que tienen el privilegio de “informar” no comprendan el alcance de lo que es calumnia y difamación y que por sus falsedades no sean castigados.