Villa de San Francisco, Franciso Morazán, Honduras

lunes, 1 de marzo de 2010

JOSÉ TRINIDAD CABAÑAS SU VIDA, SU ÉPOCA Y SU OBRA

Siguiendo a Don Víctor Cáceres Lara, José Trinidad Cabañas al igual que José Trinidad Reyes nace en Tegucigalpa a principios del siglo XIX, “fue Tegucigalpa, la ciudad que tantas veces ha abierto su entraña para dar hondureños dilectos, la que vio surgir a la luz de su sol de patriotismo esta vida preclara”. José Trinidad Cabañas a sus 22 años ya había estudiado Gramática Latina, Filosofía y Teología en el Colegio Tridentino de Comayagua (hoy en proceso de reconstrucción y restauración después del incendio ocasionado hace dos meses), único centro de educación superior en Honduras, hasta el momento que José Trinidad Reyes y un grupo de amigos fundaran la Universidad Nacional.


A diferencia del Presbítero Reyes, Cabañas se ve involucrado personalmente en los procesos de las luchas independentistas, invasiones enviadas desde Guatemala por parte del Presidente de la Federación Centroamericana José Manuel Arce, resistencia de algunos grupos del viejo orden colonial que se resistían a perder sus privilegios que habían usufructuado por más de 300 años, a esto hay que sumarle el caudillismo local, una verdadera anarquía político, social, eclesiástico y militar. Compañero fiel y leal a Morazán, quien lo acompaño en sus diversas batallas: San Salvador, Las Charcas, Espíritu Santo, la campaña en Guatemala en 1840 contra Rafael Carrera; igual acompaño a Morazán en el destierro hasta su asesinato en San José Costa Rica.
Cabañas llega a ser presidente y durante su administración 1852-1855, trató de ejecutar reformas en diversos sentidos, entre ellas: como buen soldado morazanista intenta reconstruir la Federación Centroamericana, este propósito lo lleva a librar una constante guerra con Guatemala, la cual va a ser la constante durante su mandato; quizá lo más importante de Cabañas es el concepto que tenía de República, “no se trata de fundar la República de algunos, si no la República de todos”, como todo estadista fue víctima de la infamia, sobre todo cuando se pretendió suscribir la Contrata del Ferrocarril Interoceánico de Honduras.


Este proyecto de comunicar Omoa con Amapala, se venía gestando desde 1590, la corona española había tratado de construir un camino real, a través de la depresión transversal central (valle de sula, valle de Comayagua, departamento de Valle), este camino real comunicaría ambos mares del norte y sur, el proyecto fue engavetado por el Concejo de Indias, realizado posteriormente en Panamá, la idea es retomada durante el gobierno de Cabañas, pero ya con la idea de comunicación a través de un ferrocarril, lo cual se requería de empréstitos de la banca extranjera; Cabañas veía esta opción como un peligro a la enajenación y perdida de la soberanía nacional, desiste de la idea y es en el gobierno se José María Medina que se lleva cabo, a este proyecto don Alfredo León Gómez, le llamó “El Escándalo del ferrocarril”, por el destino que va a tener el dinero prestado por la banca inglesa, hoy a este proyecto se le conoce como Canal Seco.


En su estatua erigida en el Parque “La Merced” de esta capital puede leerse “AL HEROICO SOLDADO DE LA UNION CENTROAMERICANA. AL GUERREO MODELO DE VALOR, DE CONSTANCIA, DE HONRADEZ Y DE VALOR.


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