Villa de San Francisco, Franciso Morazán, Honduras

jueves, 11 de marzo de 2010

LOS TRES MONOS

A menudo veo en algunas oficinas, en escritorios o repisas, tres curiosas figuras animales consistentes en tres monos, en tres posiciones diferentes: una se tapa la boca, una segunda se tapa los ojos y la tercera se tapa los oídos. Obviamente estos gestos significan: no hablar, no ver y no oír. Paradójicamente, las significativas figuras se ven, muy a menudo en los escritorios o mesas de “trabajo” de muchos políticos, empresarios, maestros, religiosos, dirigentes gremiales, sindicalistas, etc. Lo cual nos da la respuesta del porqué estos individuos que supuestamente son los representativitos y vos cantante del pueblo hondureño y sus diferentes estratos, NO HABLAN, NO VEN Y NO OYEN los reclamos que hacen los hondureños por la situación caótica en que nos han sumido con la inmensa corrupción que a su vez genera pobreza y miseria. Falta de salud, de empleo, narcotráfico, robo, asesinatos, secuestros, estafas, protestas callejeras, saqueos. En fin, una galopante descomposición social.

Estos “dirigentes” o “Líderes” que se han autoerigido como tales y que nosotros los hondureños pasivamente lo hemos permitido, NO HABLAN ciertamente sobre estas verdades y sus soluciones, todo lo contrario evaden los temas con el discurso gastado y monótono que por centurias hemos venido escuchando pues soslayan los reclamos del pueblo con una retorica mentirosa que en verdad no significa hablar sinceramente de las soluciones a los grandes problemas que nos agobian, pues usar la palabra para mentir es como no hablar.

Estos dirigentes NO VEN, pues aunque miran la descomunal corrupción en todos los estratos de los poderes del Estado, no hacen absolutamente nada por detenerla y castigar a los corruptos. Contrariamente, se les premia, se les rinde pleitesía, se les adula, se les exalta como grandes personajes, se les inventan virtudes de las que carecen, se les permite la impunidad de sus delitos por jueces inescrupulosos, ineptos y cobardes pues son temerosos e incapaces de aplicar la Ley con toda su majestad y justicia. Esta verdad, nosotros, el pueblo la vimos ayer en los Tribunales cuando una pareja de corruptos, cínicos y desvergonzados, se pasearon por los Juzgados como en una pasarela en un desfile de modas, pregonando descaradamente inocencia, cuando el pueblo, que es el verdadero Juez, ya los condenó por el daño que le han hecho a la nación con sus actos viles y execrables que no deben perdonarse y que nos tienen al borde de la destrucción como sociedad. NO VEN la inmensa pobreza, la miseria, la ignorancia y falta de educación la mortandad de niños por hambre y falta de medicinas, la proliferación de enfermedades por falta de médicos y hospitales, por la desatención y desprecio con que por estos y en estos se trata al pueblo que no puede pagarlos privadamente y que son las grandes mayorías .NO VEN el hambre en el campo donde el campesino no tiene ni siquiera una tortilla con sal para mitigar el hambre de sus hijos, los ven morir poco a poco consumidos por la necesidad de alimentos y medicinas.

NO VEN la furia desatada en las calles con tanto asesinatos, robos, asaltos, secuestros, saqueos, destrucción, confrontación y odio generado por tanta injusticia y ceguera de quienes tienen la obligación de resolver los problemas que nos agobian como sociedad. NO VEN como ese diabólico pulpo del crimen organizado y el narcotráfico hipnotiza a los jóvenes desesperados por la miseria y los recluta para utilizarlos en sus diversas acciones delictivas. Esto, simple y sencillamente porque algunos de nuestros “Dirigentes” Forman parte directa o indirectamente de esas organizaciones delictivas que les permite vivir en la opulencia. NO VEN a los vividores de siempre que parapetados en organizaciones sindicales, campesinas y gremiales nunca trabajan y algunos nunca han trabajado, pues viven del sudor y del trabajo de los que dicen representar a los que adormecen con su verborrea que azuza el odio hacia los que tienen más, culpándolos de sus desgracias y sus miserias, argumento mayoritariamente falso pues habemos muchos que tenemos algún patrimonio que nos permite vivir dignamente, el cual lo hemos obtenido por nuestro trabajo honrado y esfuerzo. NO VEN a muchos religiosos que viven una vida de ostentación, lujo y despilfarro con los dineros que le sacan a las personas que sedientas de un poco de consuelo a sus problemas buscan la protección de Dios, situación que aprovechan con una Biblia bajo el brazo para venderles milagros, profecías y lástima, utilizando el nombre de Dios. NO VEN la destrucción de nuestros ya diezmados recursos naturales por algunos voraces, insaciables y codiciosos políticos, industriales y comerciantes, a tal extremo que al hijo de uno de los mayores destructores de las grandes y ricas selvas y bosques de Honduras y que participó en esta destrucción y saqueo masivo, por medio del fraude se le llevó a la Presidencia de la República, acto del cual ahora sufrimos las más graves consecuencia de nuestra triste Historia como nación.

NO OÍR, atendiendo lo que nos dice un diccionario de la lengua española sería: No percibir los sonidos. No atender los ruegos de alguien. No Hacerse cargo de lo que dicen. No atender la explicación del profesor. No escuchar. No admitir la autoridad. No admitir peticiones. No admitir Razonamientos. No admitir Pruebas. En consecuencia, estar sordos. Que es el mal que aqueja a todos nuestros “dirigentes” “Líderes” o “representantes”. Es por estas razones, que no son por una limitante fisiológica, que estos señores, señoras e indefinido género, que detentan el Poder del estado, no oigan, sino que es a propósito, y por conveniencia que no oyen lo que a gritos pide y proclama el pueblo hondureño.

Por estas circunstancias de que nuestros dirigentes son MUDOS, CIEGOS Y SORDOS, y que nuestras leyes consideran a quienes están aquejados de estas tres limitantes físicas como INCAPACES, que en este caso son por falta de moral y principios pero que el resultado es el mismo. Por esa incapacidad debemos de señalarlos con el dedo acusador públicamente, debemos retirarlos de sus cargos, debemos de castigarlos, debemos de apartarlos de las funciones que no cumplen, debemos aislarlos definitiva, absolutamente Y PARA SIEMPRE. JAROVEMA

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